La comunidad LGTBIQ+ es una de las más vulnerables por los problemas sociales y de estigma que ha sufrido a lo largo de décadas.
Esto, por desgracia, deja secuelas psicológicas en las personas pertenecientes al colectivo, tales como por ejemplo homofobia/bifobia/transfobia interiorizada, ansiedad, problemas de autoestima y problemas en las relaciones con otras personas.